EL FUTURO ES DE CIUDAD REAL

Hemos hablado del pasado de Ciudad Real. Brillante e intenso, aunque hoy casi sólo nos quede la memoria escrita de aquello. En cuanto al presente, la ciudad se esfuerza por demostrar su bien aprendido papel de ciudad de servicios. Lo que no es cosa banal. Pero ¿y el futuro?. El futuro de esta antigua tierra de paso, ya posicionada ventajosamente en el siglo XXI, no puede ser más venturoso. Ciertamente, en media docena de años, nadie podrá reconocer en esta ciudad, aquella villa fundada en el siglo XIII, aunque con asentamientos muy anteriores. El enclave privilegiado de su situación, en el centro de la Península, y en la confluencia de los dos grandes ejes que unen las tierras del norte con las del sur, y las lusitanas con las levantinas, tenía que condicionar forzosamente su vida. El AVE, el Parque temático, el Aeropuerto, el Parque Industrial Avanzado, la Ciudad Deportiva, el nuevo Hospital... Todo ello va a comportar una transformación urbana, social y económica, seguramente de las más destacadas de España, y acaso también de Europa. Los horizontes anchurosos y diáfanos, como el corazón de las gentes de esta tierra, nunca como ahora van a estar situados en el centro de un eje insoslayable. Si no, vean, vean...