Comienza el año festivo de esta población con El Carnaval, de Interés Turístico Regional, y especialmente notable en lo que al Domingo de Piñata se refiere. Al margen de los bailes públicos, y de los paseos de las máscaras por las calles ciudadrealeñas, más de una centenar de carrozas y comparsas vienen a competir, por los sustanciosos premios que ya han alcanzado renombre en todo el país. Es una explosión de alegría que nadie debe perderse.
Y llega el recogimiento. La Semana Santa de Ciudad Real tiene una historia de más de seis siglos. Casi una treintena de pasos -de los cuales más de la mitad va a hombros de costaleros- han logrado no sólo el fervor en las calles de su recorrido, sino la plena incorporación de la juventud, que asegura que el futuro de esta Semana Santa (declarada de Interés Turístico Regional) está asegurado. En marzo de 1.942 se constituía la "Comisión Permanente Pro-Semana Santa", para realizar todos los pasos desaparecidos y crear la actual Semana Santa. Que está llena de fervor y religiosidad, pero también de colorido.
Celebra Ciudad Real cada 30 de Abril, la fiesta de los Mayos. Durante esa noche, ya es costumbre que el "Grupo Mazantini" -y algunos otros que van surgiendo, como el de María José Melero-, realicen el canto de alabanza a la entrada del mes de la Virgen y de las Flores. "Mazantini" canta a la Virgen del Prado desde la calle del Camarín, en donde la Señora se asoma para escuchar la ronda.
A continuación nos encontramos con la Romería de Alarcos, fiesta local que tiene lugar el domingo de Pentecostés y lunes siguiente, en la Ermita del mismo nombre, a 8 km. de Ciudad Real, y escenario de la batalla de Alarcos en 1.195. Vestigios del castillo musulmán de Al-Arak (antigua Alarcos), y Ermita de los siglos XIII-XV, con pórtico lateral. Muralla almenada, e importantes yacimientos arqueológicos. Fiesta y bailes durante la noche anterior, con ofrenda de flores a la Virgen, concursos y actos religiosos y festivos.
En Julio tiene lugar el Festival Internacional de Folclore, que llena las calles de la ciudad de rostros multicolores, sones de los cuatro vientos, y atuendos de todas las guisas. A la capital acuden cada año, media docena de grupos folclóricos de los países más distantes y exóticos. Tras el paseo cotidiano y callejero, deleitan a los numerosos entusiastas de sus conciertos nocturnos en el Auditorio de la Granja. Un mes después, el Festival de la Seguidilla, baile importante que dicen que originó otros de mayor difusión, como la sevillana.
El 31 de julio, con "la Pandorga", se llenan el Prado y la Plaza Mayor de "limoná", y algún que otro exceso juvenil y justificable. Actos religiosos, populares, concurso de limoná, bailes regionales, verbena, y el pañuelo de "yerbas" en el cuello. Se realiza el pregón y la investidura de la popular figura masculina conocida como "Pandorgo". Y tras la ofrenda a la Virgen del Prado -en la víspera del mes de su celebración-, la invitación a limoná y "puñao" que el "Pandorgo" efectúa. Entonces, el gentío se entrega al jolgorio estival, como en invierno se entrega al Carnaval, y en primavera a la Semana Santa.
En Agosto, la Semana Grande, la Virgen del Prado llega el día 15 con el prólogo del desfile de Gigantes y Cabezudos del 14 de Agosto. Dulcinea, Damas y Pandorgo, conciertos, hípica. Una ciudad puesta en pie...
Sin embargo, dejando a un lado esas celebraciones puntuales del calendario, Ciudad Real cuenta también con un flamante Pabellón Ferial, justo en la zona en que las Fiestas enervan a los ciudadrealeños. Un Pabellón Ferial que ha posibilitado la coexistencia entre el ocio, y las actividades que tienen que ver con el trabajo. De modo que en estas instalaciones tienen lugar, desde los bailes nocturnos de Carnaval, a la legión de ferias que cada año se celebran: Exposer, Fercatur, Feria de la Construcción, Feria del Automóvil, Salón del Estudiante... Un complejo, en suma, destinado a dinamizar todos los sectores de la economía.
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