Prof. Dr. R. Vaamonde Lemos. |
[INDICE] [INTRODUCCIÓN] [TELEMEDICINA] [APLICACIONES]
[METODOLOGÍA] |
Conocido es el elevado % del PIB (+ del 70% de los fondos públicos en Europa y un 40% en USA) que se dedican al gasto sanitario y social en los países avanzados en los cuales el concepto de "salud", tal y como lo contempla la OMS, no es sólo el buen estado físico y mental de la población, sino también el de su "entorno social". Concepto que crece y amplía continuamente a la vez que progresa la renta per cápita de estos países, generando una muy elevada demanda de recursos para la salud que, a su vez, fuerzan nuevas cargas contributivas, creándose así un círculo vicioso, políticamente difícil de acotar dado que el Derecho a la salud y bienestar social "plenos" son la máxima aspiración de los habitantes de los países avanzados; así lo contemplan sus Leyes fundamentales; también nuestra Constitución
Para atender estas crecientes exigencias del bienestar, sin incrementar la fiscalidad, se han revitalizado tecnologías de CA introducidas ya por la NASA en los 50. Varios Estados, sus respectivos gobiernos, y las grandes compañías de telecomunicación que en ellos operan, han impulsado enormemente su constante evolución técnica y la generalización de su uso. Fruto de ello, en un campo especialmente "apto, costoso y sensible", es la aplicación de esa tecnología a los diagnósticos médicos, control a distancia, en cualquier lugar y hora, de las constantes de los pacientes (9), (10), búsqueda de personas, consultas interactivas entre facultativos de los llamados Centros de Referencia, formación continuada ya citada (135), etc. Esto es la TM tal como hoy la conocemos.
El uso de la TM se ve hoy aun más justificada que en los 50. De ahí su actual difusión, expansión y perfeccionamiento. Y ello por los siguientes motivos: a) mayor longevidad de la población; b) notable incremento de la "esperanza de vida"; c) mayor número de patologías en la tercera edad, muchas de las cuales pueden ser perfectamente controladas a distancia en el propio domicilio del paciente (10), (11), evitando su traslado y el de los equipos sanitarios que, en algunas áreas con especial dureza climatológica, resulta especialmente difícil o de todo punto imposible. Traslados que, por esas u otras razones, entre ellas las inherentes a la disponibilidad de recursos, debe quedar reducido a aquellas condiciones de gravedad que no pueden ser resueltas con la ayuda de la TM. d) Finalmente, también por la mayor exigencia de calidad de vida y bienestar social que más atrás hemos citado. De este modo, la TM libera recursos hospitalarios y/o asistenciales de otro nivel que pueden ser utilizados para otras patologías más críticas, reduciendo costos . (12), (13) (17), (34) (35) (47), (53).
Cierto es que las innovaciones metodológicas que la TM introduce en la sistemática médico-santiaria, (14), (46), (48), (129) exigen rápidos y profundos cambios en la mentalidad de los equipos sanitarios, tanto de los sistemas publico y privado muy sensibilizados con las alarmantes cifras del gasto de ambos. Cambios que, por la misma razón, afectan al conjunto de la política sanitaria y a su gestión. Los gestores del Proyecto, con la dependencia orgánica de las Gerencias de los hospitales, han de ser los impulsores decididos del aporte de la infraestructura necesaria que la TM diagnóstica y de seguimiento necesitan, sin olvidar tampoco, y ello es casi tan importante como la infraestructura, las campañas de "sensibilización y aceptación" que la TM requiere, tanto en los profesionales de la Salud como en los usuarios del sistema.
La infraestructura está condicionada y dinamizada por el avance de la tecnología y la implementación de los oportunos "protocolos" habitualmente específicos para cada una de las especialidades médicas de la que debemos reseñar:
Oftalmología (15), (16); Cardiología, en sus distintas facetas entre las que cabe destacar la novedosa aplicación del ECO-stress mediante la cual se valora por TM el riego sanguíneo miocárdico en pacientes sometidos a ejercicio físico, así como la presencia de arritmias, y sus tipos, que, por medio de algoritmos, pueden ser regularizadas automáticamente. Mediante estos métodos aplicados a la cardiología, el proyecto de Indiana ahorra un promedio de 600,000 pts./proceso, aliviando notablemente los ingresos hospitalarios de urgencia y reduciendo las denuncias por mala praxis. Otras importantes referencias a la utilización de la TM en esta especialidad se reflejan en la Bibliografía, (17), (18), (19), (20), (21), (84), (121), (123), En esta especialidad resulta de gran utilidad la consulta por videoconferencia de cardiopatías congénitas que requieren especialistas muy cualificados sólo disponibles en los grandes hospitales, evitando así desplazamientos innecesarios o activando y preparando los servicios quirúrgicos para la inmediata intervención tan pronto como el paciente llegue al hospital. También son importantes las aplicaciones en: diabetes (22), (23), (24), nefrologia (25), (26); neumología (27), (28); Odontologia (29); Oncologia (30); ORL (31); dermatología (32), (54), (125); patología infantil (33), (17); radiología, (36), (37), (38), (44), (121), (122); psiquiatría (39), (40); urgencias (41); traumatología (124); parámetros bioquímicos (iones y electrolitos) en camas UVI con pequeños dispositivos poco más grandes que una caja de cerillas (42) y microbiología (43).
En todas estas aplicaciones, insistimos, la infraestructura es competencia de la actividad gerencial, NO del personal sanitario. Sin ella, y sin el necesario y eficaz "soporte administrativo", la TM en su conjunto, y por ello la Telepatología (TP) no se implantan ni progresan. Es también competencia de actividad política y gerencial la valoración de los ratio costo/eficacia (34), (35), (45), (53), (117), (118), y de los niveles de aceptación y uso por la población, (46), (47) (125), (128), (133). También la satisfacción de los propios equipos médico-sanitarios, (48), (14), (129), sin que por ello se olviden los procederes administrativos "clásicos": citas a consulta, listas de espera, archivo de historias clínicas, bases de datos, estadísticas sanitaria y epidemiológicas, Resgistros de patologías específicas, Farmacia, hospedería, restauración, etc., que la nueva metodología los hace más rápidos, precisos y, por ello, más eficaces.
De la inadecuada imbricación de este complejo conjunto, alentado por el pernicioso caldo de cultivo del "inmovilismo", aunque éste sea de buena fe y en ocasiones humanamente comprensible ante la posible pérdida o recalificación de un puesto de trabajo, surge un irremisible fracaso en la implementación de la TM.
Varios especialistas (46), (47), (48), (49), (50), ante el conocido fracaso para implantar programas de TM y TP en acreditados centros hospitalarios, han coincidido en señalar las dificultades que, si no hay una buena información y consenso previos sobre la implantación del programa, como ocurre con cualquier otra innovación tecnológica, las "resistencias" que se generan terminan por ahogar el ímpetu de los promotores, aunque estos tengan especial "poder político y/o administrativo en la gestión sanitaria. Para asegurar un cierto éxito, equipos de expertos en gestión sanitaria y empresarial, (51), han desarrollado varias estrategias, que no pueden ser objeto de esta comunicación, con el objetivo final de mantener el necesario y adecuado "equilibrio en las interacciones de los equipos asistenciales y de gestión" en aras del éxito de los nuevos programas de cambio metodológico que supone la TM en la cual son también novedosos los modelos de gestión y planificación de recursos y su difusión a los pacientes. Todos estos aspectos suponen un complejo y muy dinámico proceso, en casi diaria evolución y reorientación, que debe ser cuidadosamente analizado y ponderado por los gestores del Programa, (118), (129). En este sentido, la encuesta realizada por Mairinger y cols. (48) sobre el nivel de aceptación a la implantación de la TM por el personal sanitario, en varios países europeos, ha obtenido resultados sorprendentes puesto que sólo un 12% de los médicos centroeuropeos se manifestó a favor, frente al 27% de los españoles, en ambos casos bastante decepcionante. El 50% de los médicos españoles que respondieron a la encuesta, valoran la TM como "muy positiva".
[INDICE] [INTRODUCCIÓN] [TELEMEDICINA] [APLICACIONES]
[METODOLOGÍA] |