La década de los 90 ha supuesto un importante avance en
el desarrollo de la informática aplicada al campo de la salud. Las
características peculiares de la "Empresa Sanitaria", donde la mayor parte
de las decisiones estratégicas tienen como soporte la información aportada
por los propios profesionales, que además son los encargados de llevar
acabo la mayor parte de las decisiones de utilización de recursos
diagnósticos y terapéuticos hacen que cualquier instrumento añadido de
gestión clínica pase por el reconocimiento y la aceptación de los mismos.
En este marco de cambios se empieza a trabajar en la
creación de Historias electrónicas que sean capaces de conseguir los
objetivos descritos anteriormente, es decir, que sean capaces de dar
respuesta a los tres elementos implicados en el proceso de atención
sanitaria: ciudadano, profesionales y administración.
En los últimos años han aparecido herramientas para el
desarrollo clínico que se han quedado, la mayor parte de ellas, en un mero
archivo de datos que incluso, en algunas ocasiones, ni tan siquiera
permitía la migración de los mismos a otras plataformas cuando se quedaban
obsoletos.
De todas formas las experiencias llevadas a cabo han
aportado un gran caudal de conocimientos y han puesto de manifiesto una
serie de ventajas y algunos inconvenientes que deben tenerse en cuenta a
la hora de implementar cualquier herramienta electrónica para la gestión.
Con las deficiencias antes mencionadas las historias
informatizadas aparecidas a lo largo de toda nuestra geografía han puesto
de manifiesto las bondades que en algunas parcelas han aportado y que
pueden resumirse de la siguiente forma:
Accesibilidad a la información del paciente sin
pérdida de la misma
Agilidad en los trámites administrativos de los
pacientes
Acceso a la información restringido a determinados
profesionales no sanitarios
Recogida de toda la información en una sola
ubicación
Dentro de las experiencias más importantes llevadas a
cabo destacan fundamentalmente por su magnitud de utilización la llevada a
cabo por el Servicio Andaluz de Salud que desde el principio de los años
90 comenzó a desarrollar herramientas de cara a conseguir un apropiado
Sistema de Información Sanitario capaz de responder a las necesidades de
los tres actores implicados.
Durante los años 1993-1994 se lleva a cabo la primera
experiencia con historia clínica informatizada en tres Centros de Salud de
nuestra comunidad Autónoma con envío telemático de los partes de
incapacidad temporal. Esta experiencia fue la base para su ampliación a
toda la Comunidad Autónoma a través de un proyecto de colaboración entre
la Consejería de Salud y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para
la implantación de la Tarjeta sanitaria y de la Seguridad Social en
Andalucía (Proyecto TASS).
En este proyecto existe una clara participación de los
profesionales sanitarios en el proyecto de Historia Clínica Informatizada,
si bien existían algunas deficiencias de base por lo que no se pudo
implementar el proyecto de historia clínica en su totalidad. Desde el
inicio se analizan una serie de indicadores de salida y se diseña un
módulo de explotación de datos, que dará lugar a salidas coherentes y
uniformes en toda la geografía andaluza.
Actualmente el sistema de registro que supone la
Historia Clínica informatizada se complementa con el módulo de explotación
de datos a través del cual se obtiene información desmenuzada de:
Ordenación de recursos. A través de esta opción
obtenemos información exhaustiva de:
- Oferta de Servicios de nuestros centros
al ciudadano
Presión Asistencial
que soportan nuestros profesionales día a día
Actividad Asistencial. La automatización de este
apartado nos permite tener información acerca de:
- Las distintas tipos de consulta según los
diferentes profesionales
- Las pruebas diagnósticas e interconsultas
- La utilización de los servicios de Urgencias
y Cuidados críticos por los ciudadanos y las exploraciones y
derivaciones que se hacen
Cartera de Servicios. A través de este epígrafe se
automatiza toda la información acerca de los servicios que realizan
las distintas unidades de provisión de los mismos, así como algunos
indicadores de calidad que permiten comparaciones entre las distintas
unidades y provincias.
La Aplicación Informática ha supuesto en Andalucía la
informatización de toda su red Sanitaria de Atención Primaria y sobre todo
una cultura de recogida de información y de utilización por parte de sus
profesionales que la convierte posiblemente en la red sanitaria más amplia
de Europa.
La extensión de la Historia Clínica Informatizada a
todas las provincias de Andalucía requería de un servicio centralizado de
gestión y mantenimiento así como de control de la estabilidad de las
distintas redes locales. Nace de esta forma el Centro de Gestión de
Sistemas y Tecnologías del SSPA (CEGES) que se encarga del control de toda
la red informática de forma continuada con posibilidad de detectar puntos
críticos y de intervenir vía remota sobre los diferentes puestos
periféricos (servidores o clientes) en multitud de circunstancias,
anticipándose, a veces, a fallos del sistema.
El CEGES realiza:
Soporte técnico a los usuarios de los sistemas
informáticos mediante línea 900 en horario continuo (24x7)
Monitorización preventiva del hardware, anticipándose
a los fallos del sistema
Nodo central de telecomunicaciones del SSPA,
incluyendo tele-instalación de software y tablas (ej. vademecum)
Coordinación de tecnologías y política de seguridad.
Un valor añadido del proyecto ha supuesto el análisis y
puesta en marcha de los sistemas de pilotaje, análisis de incidencias
siguiendo la metodología de ensayo experimental, implantación de los
distintos centros y la metodología de formación de los distintos
profesionales actores del sistema
El programa informático TASS ha llevado a un uso
generalizado y a levantar inquietudes en cuanto a las posibilidades de la
gestión informatizada de la consulta. representado una revolución en la
cultura de trabajo de los profesionales de AP
A esto ha contribuido una aplicación informática simple
en su utilización, con fácil y rápido acceso a la información recogida del
paciente y algunas utilidades que simplifican la consulta clínica diaria.
Como consecuencia de esta experiencia previa surge la
necesidad de evolucionar hacia un nuevo sistema de información sanitario
en la red publica andaluza que parte conceptualmente basado en las
siguientes premisas fundamentales:
El ciudadano es el eje central del sistema
sanitario publico andaluz.
La historia de salud del ciudadano es única
independientemente de donde se produce el contacto.
La historia de salud sigue al ciudadano.
El sistema de información se constituye como una
única red sanitaria y no múltiples redes locales.
Estas cuatro premisas conllevan tres condicionantes
importantes:
una base de datos única de usuarios de la
sanidad andaluza (BDU),
un potente sistema de comunicaciones que
interrelacione toda la red sanitaria a través de una intranet
corporativa y
Una historia de salud digital, con un sustrato
común para atención primaria y especializada y unos elementos
diferenciadores, específicos para cada unidad pero accesibles para
todos los profesionales dependiendo de los permisos de acceso.
La Historia de Salud Digital del Ciudadano (HSDC) nace
como un sistema de información en sí mismo que pretende dar soluciones a
todos los actores implicados en la misma tales como usuarios,
profesionales en todas sus categorías y organismos gestores y
administrativos. Para ello necesitaba del concurso de todos los
profesionales que iban a estar implicados en el mismo así como de
coordinación con el resto de subproyectos paralelos. De este modo, se
constituyó un grupo director que pidió asesoramiento a diferentes grupos
formados por distintos profesionales implicados en el sistema entre los
que se encuentran facultativos, profesionales de enfermería, auxiliares de
clínica, trabajadores sociales, personal de las unidades de atención al
usuario y personal de distritos y servicios centrales. El diseño por parte
de los profesionales, actores posteriores dentro del sistema, supone
aprovechar la inteligencia de la organización y asegurar el éxito de la
implantación.
El objetivo final esta orientado a responder unas
preguntas básicas, comunes a cualquier sistema sanitario.
¿Qué estamos haciendo?.
¿A quién se lo estamos haciendo?.
¿Cómo lo hacemos?
¿Cuánto nos cuesta lo que hacemos?
¿Qué resultados se obtienen?
Una vez conseguidas las respuestas a esta pregunta
surge una nueva cuestión:
¿Cómo podemos mejorar todas las respuestas
anteriores?
Para la consecución de estos objetivos es prioritario
que el sistema tenga un mantenimiento centralizado de forma que cualquier
actualización/imnovación/cambio sea común a todo el sistema sanitario y
las salidas de indicadores sean estándares para todas las unidades
asistenciales para poder realizar comparaciones entre distintos
proveedores de servicios. De este modo, todas las tablas maestras están
centralizadas, las modificaciones de las mismas se hacen a petición de los
diferentes usuarios, requiriendo previamente ser aprobadas por la comisión
responsable una vez analizada la pertinencia de la misma.
La HSDC se compone de tres elementos fundamentales:
Una unidad de atención al usuario capaz de resolver
in situ cualquier demanda administrativa del ciudadano en relación con el
sistema sanitario tales como cambios de médico, situación de
desplazamientos temporales, etc. con conexión directa sobre sus datos
administrativos en la base centralizada de usuarios manteniendo
continuamente la consistencia de los mismos. Esto sin olvidar lo que
obviamente representa el mayor porcentaje de actividad de dichas unidades,
la citación para las diferentes demandas de los usuarios, con la
posibilidad de obtener dichas citas a través de servicios telefónicos,
bien con equipos centralizados o a través del propio equipo salud, o
personalmente en las diferentes unidades asistenciales. Esta flexibilidad
funcional va acompañada de agendas de profesionales que puedan ser
versátiles, ajustándose en lo más posible a las agendas de calidad y que
permitan realmente la accesibilidad del paciente al sistema sanitario
evitando en el mayor grado posible el encorsetamiento horario a que en
muchas ocasiones esta sometido. La configuración de agendas por tareas
permite todas las modalidades de citación: personalizada, numérica,
múltiple, coincidente...; , con una hora de inicio y una de fin de la
actividad permite la citación de cualquier paciente para cualquier tarea
en cualquier momento de dicho horario, asignando de forma automática la
duración de la cita a la tarea demandada.
La historia clínica de salud cambia conceptualmente
respecto de las experiencias previas de informatización, orientándose
fundamentalmente para facilitar la gestión clínica de los profesionales.
Si bien previamente se concebía como la sucesión de una serie de
encuentros entre profesionales y usuarios en una historia clínica clásica
de AP orientada por problemas, actualmente se concibe como una historia
orientada por paciente.
Es una aplicación configurable en cuanto a preferencias
de navegación por el usuario, con peculiaridades diferentes según el
profesional que accede en cada momento, de este modo, partiendo de
parámetros comunes, hay especificaciones diferentes dependiendo del tipo
de profesional que accede al sistema bien sea personal facultativo, de
enfermería o trabajadores sociales.
Los datos clínicos de los pacientes quedan almacenados
en bases de datos locales de cada uno de los centros donde el paciente
entra en contacto con el sistema salvo una serie de datos críticos tales
como alergias y contraindicaciones, problemas o medicación que se
encuentran centralizados. Los datos clínicos de los pacientes están
asequibles a los distintos profesionales del sistema, bien de forma
directa (aquellos que se encuentran centralizados) o bien por acceso a las
bases de datos de otros centros a través de la tarjeta sanitaria del
paciente que funciona como llave del sistema. La tarjeta interactúa con
BDU que hace de enlace con los diferentes registros del sistema. El acceso
a la información generada en otras unidades redundará en la no necesidad
de duplicar pruebas diagnósticas y permitirá un seguimiento del proceso
asistencial de los pacientes a través de todos los actores implicados en
el mismo permitiendo identificar los puntos críticos del mismo en cada
momento e introducir las medidas de mejora acordes a cada situación.
Prácticamente todos los campos de la historia de salud
están normalizados en cuanto a la introducción de datos o son de selección
mediante tabla, a excepción de aquellos como anamnesis y exploración, y
cuentan con controles que no permiten la introducción de valores no
válidos. Igualmente, la mayoría de procesos incluidos en la Cartera de
Servicios de Atención Primaria del Servicio Andaluz de Salud lleva sujeta
una plantilla de recogida de información común para todas las unidades
asistenciales, con una cadencia mínima para cada uno de los items que la
componen. Estas "hojas de programas" son susceptibles de incrementarse en
los distintos equipos añadiéndole cualquier campo de interés incluido en
la base de datos de la aplicación.
La uniformidad en la recogida de información garantiza
la calidad y homogeneidad de los datos en todo el sistema sanitario.
La estructuración a modo de navegador por el paciente,
con una visión global e integrada de toda la patocronia del mismo ofrece
mayores posibilidades de gestión clínica, estructura su patología de una
forma más coherente y comprensible que la meramente cronológica y favorece
el planteamiento de acciones futuras a desarrollar sobre el mismo.
Incluida la imputación por procesos de actividades, medicación, pruebas y
costes.
Por ultimo, él módulo de explotación de datos o modulo
de tratamiento de la información es común a otras aplicaciones. Esta
concebido como un sistema independiente, que se alimenta de forma
periódica de los datos de la HSDC y de los otros sistemas de información
en un sistema "Data Warehouse"; aquí se produce el almacenamiento de la
información en los campos previamente determinados y se produce su
agregación en los casos donde sea necesaria y pueden cruzarse con los
datos provenientes de otros sistemas tales como farmacia, vigilancia
epidemiológica, etc.
Los profesionales pueden acceder hasta el sistema y
obtener indicadores de estructura, proceso o resultado, indicadores de
calidad ya previamente determinados en múltiples consultas previamente
configuradas mediante una simple selección de la misma, accesible a cada
profesional según sus permisos de acceso y perfil profesional Muchas de
las consultas predefinidas son parametrizables por el propio profesional
que realiza la consulta e igualmente pueden diseñarse nuevas consultas
según las necesidades de información.
El sistema de análisis de la información, al ser un
sistema especifico para dicha función tiene la capacidad de ser
continuamente ampliable en consultas con un mantenimiento centralizado lo
que siempre garantiza el acceso desde cualquier punto del sistema. Las
consultas, al realizarse sobre un agente externo a la propia base de datos
clínicos de pacientes garantizan la no interferencia sobre la actividad
cotidiana de los centros.
Igualmente, análisis específicos y puntuales pueden
realizarse directamente sobre las bases de datos de los centros mediante
sentencias sobre el gestor de base de datos de la aplicación informática.
El proyecto "Receta 21" actualmente en marcha permitirá
la gestión farmacológica de las prestaciones a los usuarios mediante la
interacción con BDU, historia clínica y oficina de farmacia a través de la
Tarjeta Sanitaria Individual que actúa como llave de la dispensación
farmacéutica a través de los datos sanitarios centralizados.
En resumen el Proyecto Diraya es mucho más que una
Historia de salud electrónica, implica un cambio en la filosofía de un
Sistema Sanitario Público y está hecho desde la Organización por sus
profesionales y fundamentalmente enfocado al ciudadano, verdadero eje del
Sistema Sanitario.