Está claro que el uso médico de los PDA varía según el tipo de aplicación que se utilice. El más común es almacenar y leer material bibliográfico. Aplicaciones menos extendidas son las de prescripción electrónica, y en ultimo extremo, como interfaces para recoger datos médicos o sistemas globales hospitalarios.

Un estudio realizado por Harris Interactive mostró que el número de médicos usuarios de PDA en Estados Unidos aumentó hasta un 26% en el año 2001, frente a un 15% en 1999. Pero solamente el 18% de los médicos encuestados afirmó que había integrado los PDA en su práctica clínica. El resto lo utiliza para uso personal.

Ello coincide con estudio reciente realizado por AvantGo Inc., mostró que el 92% de lo médicos con PDA está usando sus dispositivos para organizar su calendario personal y laboral (aunque no para citar a sus pacientes), para acceder a guías de terapia farmacológica y para leer publicaciones médicas. El 46% de los doctores encuestados dijeron que les gustaría utilizar los PDA para acceder a sitios webs relacionados con su actividad, un 33% opta por escribir y transmitir prescripciones, acceder a páginas de la industria farmacéutica fue la opción escogida por el 28% y por último un 27% dijo almacenar datos de pruebas clínicas.

Es indudable que el desarrollo de la informática, confía en un sector: las aplicaciones móviles (o wireless). Estas incluyen aparatos como la nueva generación de teléfonos móviles (tecnologías que ya funcionan como el GPRS, o las que están por venir, como el UMTS); ordenadores portátiles más versátiles y menos pesados; los asistentes de bolsillo: las PDA, nuevos productos como los tablet PC, ordenadores portátiles que carecen de teclado y permiten escribir y trabajar directamente sobre la pantalla de plasma, y o pequeños ordenadores que con un tamaño mínimo ofrecen unas altas prestaciones. La combinación de las dos aplicaciones: red inalámbrica y interfaz portátil se potencian indescriptiblemente y encuentran un terreno abonado en un medio tan multidisciplinario, a la vez que confidencial como el medio hospitalario.

El uso de PDA wireless para conectar con los servidores también redujo potencialmente los problemas de confidencialidad de datos.

Ahora estos dispositivos actúan como intermediarios silenciosos: la información del paciente es enviada inmediatamente al servidor para su almacenamiento y la memoria de los PDA se limpia. De manera similar, los registros visualizados por los médicos en sus PDA nunca se almacenan en éste. Ello supone además un ahorro en la utilización de memoria de almacenamiento

Como se puede suponer la opción más barata y sencilla de implementar sería la primera. Las enfermeras recogerían los datos en sus hojas de tratamiento y después las introducirían en el ordenador. Pero claro esta aquí hablamos de la utilización de las PDA y por tanto, la segunda y tercera opción nos meten de lleno en uno de los principales problemas de estas.

Estos dispositivos son utilizables cuando el volumen de datos a introducir es escaso y sencillo de agrupar. Sin embargo, en el ambiente que hablamos, los datos pueden ser complejos, con una necesidad de recorrer muchas pantallas si la aplicación es completa y teniendo en cuenta además que sería necesario completar esos datos de forma obligatoria en el PC, pues sería impensable rellenar una hoja de evolución en una PDA.

Debemos ser además realistas y tener en cuanta que el uso de las PDA no es tan sencillo como nos gustaría, y en este caso, la aplicación exige una fiabilidad y seguridad absoluta. No podemos permitirnos la introducción de datos erróneos, algo que es mas fácil que suceda en una PDA que en un PC normal. Se debiera estudiar además el impacto del uso de la PDA en un ambiente de trabajo habitual. Y valorar ventajas e inconvenientes de la introducción de datos en la habitación (?)

Finalmente, se debería evaluar el costo de estas soluciones. Cada PDA cuesta alrededor de 600 Euros (estimación barata), y si dotamos de una PDA por cada enfermera hablamos de unas 250 unidades.

Si además optamos por usar tecnología inalámbrica, es necesario dotar al Hospital de una infraestructura compleja, pues se ha estimado que se deberán usar 2 estaciones de recepción por cada control de enfermería, así como de dispositivos de comunicación con la Red central del Hospital en cada uno de los Racks de comunicaciones. Estimaciones conservadoras cifran todo este material en unos 25.0000 Euros, a los que se deberán sumar después los costes de mantenimiento, soporte y actualización de dicha infraestructura. Sin contar el coste del propio programa, que en este caso no es pagado por el hospital, y en cualquier caso, nos parece laudable el incorporar ese u otro sistema de información siempre que ello beneficie al paciente. Claro, que hasta ahora, estamos hablando de sistemas de gestión hospitalaria y poco de gestión clínica, pero supongamos que aplicamos las aplicaciones a un teórico hospital, en el que aplican de forma práctica las posibilidades de las redes inalámbricas.

¿Como sería la jornada en ese hospital? Al entrar en la planta o ¿por qué no antes?… en el mismo hall del hospital,(ya que hoy llegamos un poco tarde), conectamos nuestra PDA y a través del wireless, sin conectarlo a la cuna del ordenador de la planta, accedemos a los datos precisos de nuestros pacientes (¡No hay sorpresas!): analítica, evolución de enfermería, las pruebas diagnósticas que faltaban, etc…, y podemos ver (¡es un decir!), tan solo unos minutos antes, toda la información que, en todo caso, confirmaremos mas tarde, bien sobre el papel de la historia, o en la pantalla de nuestro monitor de 15 " (28 x 21cms).

Pasaremos visita, historiaremos y exploraremos a nuestros pacientes… y posteriormente introduciremos los datos en la base de datos hospitalaria a través de la interfaz que nos resultara más cómoda, bien sea el microteclado de nuestra PDA o… ¡quizá, casi seguro!) unos minutos mas tarde, desde nuestro ordenador del despacho o desde el control de enfermería.

Naturalmente realizaríamos unas peticiones (laboratorio, Rx dietas, etc…) y… poco más, así que ahora decidimos utilizar nuestra base de datos (no olvidemos que allí están nuestros pacientes), para sacar conclusiones de nuestra experiencia allí almacenada, con el fín de tomar decisiones. Mas… ¡Ay!... La base de Datos no era clínica, si no de gestión recursos hospitalarios (Los Sistemas de Información suelen ser Bases de Datos administrativas que no recogen datos de calidad asistencial). Asi que… si queremos investigar sobre lo que le pasa al enfermo (Investigación de Resultados (IRS), para poder darle distintas opciones (¡tiene derecho a elegir!), deberemos introducir otros datos clínicos, considerados como outcomes finales, y no de simple gestión hospitalaria, en otra Base de Datos paralela, y… con un poco de mala suerte… esos datos no accederán automáticamente a nuestra "inexperta" PDA..

Y mientras tanto… las enfermeras introducirán balances hídricos, temperatura corporal, tensiones arteriales. Accederán a la analítica, realizaran las peticiones a almacén, farmacia, servicios centrales, etc… y todo ello irá a parar sin errores a su lugar de destino en tiempo real.… Los programas de Gestión hospitalaria están muy desarrollados ¡Faltaría mas!. Todo ello es "casi" perfecto, si bien, me sigue pareciendo un poco incomoda la interfaz hombre maquina. Y sobre todo cuando, como veremos más adelante, cuando estos problemas ya están resueltos.

Pero además, no olvidemos que estamos en un hospital docente y universitario, así que los estudiantes y residentes, y claro está, los médicos y enfermeras del Hospital utilizaran sus PDA para acceder a bibliografía científica Así que decidimos realizar unas consultas, antes de tomar una decisión compleja (búsquedas de información en la RED y acceso a guías clínicas, o a POEM´s, incluso alguna consulta de algún libro o revista médica. on line., (¡Incluso nuestra "bien surtida" biblioteca nos permite el acceso Wireless desde cualquier rincón del mas recóndito pasillo) ¡Recordemos en que hospital estamos! Y, claro está, que esa información recibida, deberíamos almacenarla … e incluso imprimirla "en negro sobre blanco" para digerirla y transformarla en conocimiento… y… ni nuestra pequeña pantalla en color, ni nuestra pequeña, aunque operativa, memoria ROM nos permiten muchas alegrías Por otra parte, tampoco ese recóndito rincón de aquel lejano pasillo, nos ofrece la comodidad de nuestro viejo despacho.

Entonces, descubrimos que la mayor parte de los programas de calculo, los de soporte a la decisión por especialidades (POEM´s ) (y estos son, sin duda, los programas más útiles incorporados a las PDA, ya que sustituyen a la vieja libreta de tapas negras que de tantos líos nos sacó en las residencia), cuestan dinero… asi que la única posibilidad será que ese hospital virtual y virtuoso pague los derechos multiusuario permitiendo el acceso libre de su personal.

Los estudiantes, por otra parte, tienen acceso al servidor de su Facultad y reciben información de exámenes, clases, calificaciones, acceden a la biblioteca, y luego en el hospital acceden, en las prácticas, a información "truncada" de aquellos pacientes que les han sido asignados, evitando lesionar su confidencialidad.

Los apuntes y libros también estarían disponibles on line para su acceso inalámbrico (¡El no va mas de la movilidad!). Por cierto, con respecto a los libros o manuales médicos en formato de mobipocket (Harrison, Sabiston, y cientos de ellos, etc… ), tengo yo mi propia opinión, y esta es, que si ya resulta difícil conseguir dedicarse al estudio, la mini pantalla no lo potencia especialmente. Aparte de que las baterías de nuestras PDA se agotan con sorprendente rapidez…

¿Y que podríamos decir del futuro? Pues que ya lo tenemos ahí, desde… hace tiempo

La información esta ahí. Y es importante y bien clasificada. Nunca se produjo una situación semejante en la que sin movernos de nuestra mesa de despacho, pudiéramos acceder a bibliotecas, artículos científicos, resúmenes, revisiones sistemáticas, etc. con esa inmediatez. Quizá sería interesante plantear las posibilidades de que no nos cueste dinero "estar al día" en nuestra profesión.

Respecto a la accesibilidad, tampoco deberíamos quejarnos aun cuando sería mejorable (en fin lo dicho… redes inalámbricas, periféricos con interfaz amigable, y ello nos lleva a analizar las mejoras ya existentes

Los inconvenientes de almacenamiento, lectura incomoda y de "incomunicación" con la maquina, se obvian mediante otras herramientas reciente aparición que están desplazando a las PDA para estas aplicaciones técnicas de recogida y explotación de Datos

La aplicación de las Tablet PC en estas mismas situaciones parece ser que ha solucionado algunos de los problemas de interfaz. Las mas recientes son ordenadores portátiles poco pesados (1,4 Kg.), con pantalla TFT 10,4" giratoria para transformar en Tablet. Disco duro de 20-30 GB. Teclado y lápiz electromagnético y múltiples puertos (USB, FIR, Wireless LAN, etc). Autonomía de 3,5 horas. Programas desarrollados por Microsoft, como el Windows XP Tablet PC muestran la fuerte apuesta por estas maquinas.

Y no olvidemos una realidad, el hecho de poseer una PDA, no ha descargado a ningún profesional medico de la necesidad de utilizar además el PC y/o su portátil y para realizar la búsquedas, recibir su correo electrónico, preparación y de llevar este para la exposición de clases, conferencias, publicaciones, tras haber almacenado todo ello en su disco duro. Por tanto la aparición de la Tablet intentaría cubrir ambas necesidades.

Inconvenientes; desde mi punto de vista, su precio, pero… ¿Qué queda por decir?…Pues que si siempre nos convencemos de que lo barato es caro, desgraciadamente en tecnologías informáticas, lo caro… es carísimo

Resumiendo, creo que podríamos repasar aquellas aplicaciones, en el entorno hospitalario, en las que consideramos de demostrada eficacia la utilización de las PDA, frente a otras de dudosa utilización.

Aplicaciones en las que pueden ser eficaces las PDA para el clínico hospitalario: