Comunicación |
Dra. Nitza Julia Sanz Pupo*, Dr. Pedro A. Díaz Rojas**, Dra. Elizabeth Leyva Sánchez***, Dr. Pedro A. Fernández Sarabia****
El cáncer de mama, tan antiguo como la historia de la medicina, es aún el más frecuente en el sexo femenino, afecta a tres de cada once mujeres en Europa de Este y a una de cada catorce en los Estados Unidos (1-4). En Cuba ocupa no solo el primer lugar en incidencia sino también en mortalidad, mostrando cifras tan altas como una tasa cruda de 16.81 y una tasa estandarizada de 21.37 en este último quinquenio (1,4,5).
El tratamiento de este tipo de neoplasia maligna ha sufrido cambios sustanciales ya que no solo se trata con cirugía radical como hasta hace algunos años, sino que existen tratamientos quirúrgicos preservadores, radioterapia y quimioterapia aplicados de forma única o en conjunto buscando prolongar el intervalo libre de enfermedad en este paciente (3,5). Para una eficaz elección del tratamiento es obligada la evaluación anatomo-patológica de la lesión con fines diagnósticos, terapéuticos y pronósticos, siendo esto responsabilidad del patólogo que tendrá a su disposición un variado arsenal de medios diagnósticos que van desde la biopsia realizada con la técnica convencional de la parafina hasta la citometría de flujo, biopsia estereotáctica, determinación de oncógenes y marcadores tumorales, historradiografía y muchos más (1,5-8,13).
En nuestro hospital contamos sólo con microscopía óptica por lo cual debemos ser exhaustivos en el análisis de factores pronósticos morfológicos como es la determinación del grado histológico del tumor, para ello utilizamos el sistema de gradación de Bloom - Richardson modificado por Scarff el cual es uno de los más usados universalmente y que tiene como inconveniente, al igual que los otros propuestos, la heterogeneidad del diagnóstico entre varios observadores debido al predominio cualitativo de sus indicadores (4). Conociendo la limitación de dicho sistema de gradación histológica, para el carcinoma de la mama, nos hemos propuesto hacer un estudio cuantitativo del pleomorfismo nuclear, por ser el indicador más cualitativo del sistema y el más vulnerable al error subjetivo, para ello hemos aplicado la morfometría microscópica a nuestras biopsias utilizando un software Morfo - estereológicos diseñado en la Facultad de Ciencias Médicas que nos permite cuantificar el factor de forma nuclear y a su vez observar como se comporta el mismo en relación con la evolución de los enfermos, ya que nuestro principal interés es aportar factores pronósticos de la enfermedad que redunden en beneficios para los pacientes.