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Olivar Buera, M. Roig Alvaro, J. Velasco Albendea, J. Vidal Puga, C.
Paciente varón de 29 años de edad que acudió a Urgéncias de nuestro hospital al presentar dolor abdominal localizado en fosa ilíaca derecha de más de 24 horas de evolución. Dicho dolor no se acompañaba de náuseas, vómitos o diarrea. Se objetivó fiebre de 39ºC. A la exploración física presentaba un signo de Blumberg positivo, sin defensa abdominal y un peristaltismo disminuido. La analítica mostraba una leucocitosis de 17700/mm3 con un 85% de neutrófilos. En la radiología de abdomen no se advirtieron signos patológicos Con sospecha de apendicitis aguda se practicó laparotomía de Mc Burney, observándose abundante exudado seroso, placas de fibrina en la pared de intestino delgado, así como un mesenterio muy engrosado. Ante esta imagen se realiza laparotomía infraumbilical media, evidenciándose un asa ileal adherida sobre sí misma. Se resecan 15 cm del íleon y el apéndice cecal, siendo remitidas a Anatomía Patológica con el diagnóstico de perforación intestinal, probablemente por cuerpo extraño.
Los estudio macro y microscopico mostraron los siguientes hallazgos:
Segmento de asa intestinal de 15cm de longitud con serosa congestiva y depósitos fibrinoides. A la apertura por el borde antimesentérico se observa un área redondeada de 1,4 cm de diámetro con aplanamientode la mucosa. Se realizan secciones seriadas transversales de la pieza evidenciándose edema submucoso y numerosos abscesos en la grasa mesentérica con afectación del resto de la pared intestinal Fig 1. El apéndice cecal que se remitía por separado no mostraba alteraciones macroscópicas.
En el estudio histopatológico del área correspondiente a la zona aplanada se observó un trayecto fistuloso que se extendía hasta la grasa mesentérica, en el seno de dicho trayecto se identificó una larva seccionada de forma transversal y longitudinal a diferentes niveles, reconociéndose una cutícula gruesa multilaminar, cuerdas laterales abultadas, músculo contráctil en toda la longitud de la larva, un tubo digestivo constituido por células cilíndricas altas y una glándula excretoria grande en la porción anterior. No se observan huevos ni órganos genitales( Figs. 2, 3 y 4).
Destacaba un denso infiltrado inflamatorio de tipo agudo con numerosos eosinófilos en toda la pared intestinal que constituían abscesos en la grasa mesentérica y un importante edema submucoso (Figs. 5, 6).
El apéndice cecal mostraba escleroatrófia y transformación adiposa, sin signos inflamatorios.
Tras el diagnóstico anatomopatológico de perforación intestinal por larva de Anisakis se realizó un examen microbiológico de heces que fue negativo.
El paciente ha seguido tratamiento con Mebendazol durante cuatro días.
Después de 3 meses el paciente no ha presentado complicaciones.