Comunicación |
Prof.Dr. R.Vaamonde-Lemos (1); Dr.R.J. Vaamonde-Martin (2)(1); J.M. Pena-Fandiño (3); Prof.R.Medina-Carnicer (4), Prof. Juan Luna (4); A.Garcia (5)(4).
Desde hace sólo unos años, INTERNET ha producido una auténtica revolución en las telecomunicaciones y ha introducido una nueva metodología en los centros de trabajo, en la Universidad, en el campo de las Ciencias de la Salud; también en los despachos profesionales y, ¡cómo no!, en nuestros propios hogares. Ello, siendo positivo y novedoso, constituye el principal motivo de rechazo al nuevo sistema. Es abrumadora la información que cada día llega a nuestras manos, bien por vía de publicaciones generales y, sobre todo, específicas; entre las que cabe citar los NEWS que las llamativas páginas de los servidores de información WWW. La Red ofrece todo tipo de información, también sanitaria, incluso en páginas Web, ( 1 ), y hay que saber acceder a ella, seleccionarla, depurarla y asimilar aquello que nos convenga.
INTERNET condiciona ya el habitual quehacer de millones de profesionales, incluidos los dedicados a la TM, ( 2 ), hasta el punto que se prevee que los médicos serán auténticos ejecutivos en el uso de Internet
Fruto de la extensión universal de Internet, es la necesaria organización de todo tipo de reuniones científicas en las que se exponen las peculiares posibilidades y ventajas de la Red en el campo de las Ciencias de la Salud, en el de su docencia ( 3 ), ( 4 ), e investigación, alentándonos a su aceptación. Se nos advierte de alguno de sus inconvenientes, especialmente el sabotaje a la tan sensible y reservada información médica, que más tarde abordaremos.
La Anatomía Patológica no es, ni debe ser, una excepción a esta oferta de indudable progreso tecnológico que facilita el diagnóstico, el intercambio de casos de consulta, formación continuada, ( 5 ), etc. Por ello, el compromiso e interés de ese pequeño grupo de patólogos que, tras el notable éxito alcanzado por el I Congreso Virtual del cual son fiel reflejo los más de 200000 accesos a su Web (http://www.conganat.org/icongreso/), organizan este II Congreso gracias al cual concurrimos ante la comunidad internacional por medio de su Web.
Resultaría especialmente tedioso recordar aquí todas las actuales aplicaciones de la TM ( 6 ) antes de abordar las específicas de la Anatomía Patológica; aplicaciones que se superponen con las distintas especialidades médicas, incluso ya alguna quirúrgica en fase experimental ( 7 ), que requiere imágenes de alta calidad en tiempo real, al igual que los diagnósticos histopatológicos, pero en tres dimensiones conseguidas con 2 cámaras de TV.
TELEMEDICINA.- Concepto y su justificación.-
Para atender las crecientes exigencias del bienestar de los países avanzados, sin incrementar la fiscalidad, se han revitalizado tecnologías de comunicación avanzada (CA) introducidas ya por la NASA en los 50. Varios Estados, sus respectivos gobiernos, y las grandes compañías de telecomunicación que en ellos operan, han impulsado enormemente su constante evolución técnica y la generalización de su uso. Fruto de ello es la aplicación de esa tecnología a los diagnósticos médicos, control a distancia, en cualquier lugar y hora, de las constantes de los pacientes ( 8 ), búsqueda de personas, consultas interactivas entre facultativos de los llamados Centros de Referencia, formación continuada ya citada, etc. Esto es la TM tal como hoy la conocemos.
El uso de la TM se ve hoy aun más justificada que en los 50. De ahí su actual difusión, expansión y perfeccionamiento, por los siguientes motivos: a) mayor longevidad de la población; b) notable incremento de la esperanza de vida; c) mayor número de patologías en la tercera edad, muchas de las cuales pueden ser perfectamente controladas a distancia en el propio domicilio del paciente ( 9 ); d) por la progresiva exigencia de calidad de vida y bienestar social. De este modo, la TM libera recursos hospitalarios y/o asistenciales que pueden ser utilizados para otras patologías más críticas, reduciendo costos . ( 10 ), ( 11 ), ( 12 ), ( 13 ).
Cierto es que las innovaciones metodológicas que la TM introduce en la sistemática médico-santiaria, exigen rápidos y profundos cambios en la mentalidad de los equipos sanitarios, de los sistemas público y privado; cambios que afectan al conjunto de la política sanitaria y a su gestión.
La infraestructura está condicionada y dinamizada por el avance de la tecnología y la implementación de los oportunos protocolos habitualmente específicos para cada una de las especialidades médicas. Especial desarrollo han alcanzado la cardiología, en sus distintas facetas entre las que cabe destacar la novedosa aplicación del ECO-stress, ( 13 ), ( 14 ), ( 15 ), y la consulta por videoconferencia de cardiopatías congénitas que requieren especialistas muy cualificados sólo disponibles en los grandes hospitales; dermatología ( 16 ); radiología ( 17 ), ( 18 ), ( 19 ), ( 20 ), psiquiatría ( 21 ).
En todas estas aplicaciones, la infraestructura es competencia de la actividad gerencial, NO del personal sanitario. También lo es la valoración de los ratio costo/eficacia ( 11 ), ( 12 ), ( 13 ), y de los niveles de aceptación y uso por la población, ( 22 ), ( 23 ), y la satisfacción de los propios equipos médico-sanitarios, ( 24 ), ( 25 ), persistiendo además los procederes administrativos clásicos: citas a consulta, listas de espera, archivo de historias clínicas, bases de datos, estadísticas sanitaria y epidemiológicas, Registros de patologías específicas, Farmacia, hospedería, restauración, etc., que la nueva metodología los hace más rápidos, precisos y, por ello, más eficaces.
Varios especialistas ( 26 ), ( 27 ), ante el conocido fracaso para implantar programas de TM y TP en acreditados centros hospitalarios, han coincidido en señalar las dificultades que, si no hay una buena información y consenso previos sobre la implantación del programa, como ocurre con cualquier otra innovación tecnológica, las resistencias que se generan terminan por ahogar el ímpetu de los promotores, aunque éstos tengan especial poder político y/o administrativo en la gestión sanitaria. Ha de mantenerse el necesario y adecuado equilibrio en las interacciones de los equipos asistenciales y de gestión en aras del éxito de los nuevos programas de cambio metodológico que supone la TM en la cual son también novedosos los modelos de gestión de planificación de recursos y su difusión a los pacientes, ( 28 ). En este sentido, la encuesta realizada por Mairinger ( 25 ) sobre el nivel de aceptación a la implantación de la TM por el personal sanitario, en varios países europeos, ha obtenido resultados sorprendentes puesto que sólo un 12% de los médicos centroeuropeos se manifestó a favor, frente al 27% de los españoles, en ambos casos bastante decepcionante. El 50% de los médicos españoles que respondieron a la encuesta, valoran la TM como muy positiva.