Las organizaciones que proporcionan asistencia sanitaria se enfrentan
a problemas tales como los relacionados con la historia clínica
electrónica, la reducción de las listas de espera, la supresión de
barreras entre atención primaria y especializada, los servicios de
telemedicina... Una característica común a estos problemas es que
sobrepasan las atribuciones y el alcance de un solo departamento o
centro asistencial. Pertenecen a la categoría de los llamados problemas
corporativos, denominación que subraya el hecho de que sólo la
organización completa puede abordarlos con alguna expectativa de éxito.
Los problemas corporativos requieren sistemas de información
corporativos, y eso supone la creación de nuevos sistemas y nuevas
infraestructuras al servicio de la integración. La tecnología para la
construcción de ese tipo de sistemas es relativamente reciente y el
acceso a la misma se ha universalizado gracias al éxito de los
estándares abiertos. Así, aunque muchos problemas corporativos no sean
precisamente nuevos, es ahora cuando las organizaciones están abordando
sus primeros proyectos de integración a escala corporativa.
Con ser necesaria, la tecnología no es suficiente. La integración de
sistemas a escala corporativa es un problema complejo y difícil,
especialmente en el sector sanitario. Entre los factores que explican
estas características se encuentran la complejidad de la información
clínica, la heterogeneidad de las transacciones, las distintas maneras
de entender y organizar los procesos asistenciales y administrativos,
las peculiaridades de cada centro, los distintos niveles de integración,
las limitaciones de los lenguajes disponibles (o la falta de ellos),
etc. Las buenas soluciones de integración exigen combinar conocimientos
sobre la tecnología (productos y estándares abiertos) y sobre la
organización (necesidades, condicionantes, escenarios concretos...). No
hay productos milagro ni soluciones definitivas.
La integración de sistemas interesa cada vez más. En los últimos años
se ha convertido en uno de los temas principales en los congresos de
informática sanitaria. El problema de estos foros es que hay muy poca
discusión y demasiada publicidad, tanto de los proveedores de productos
y servicios como de las propias organizaciones sanitarias.
Si la falta de foros adecuados es un problema, la participación de
todos los agentes implicados es otro. La presencia de las organizaciones
de normalización con competencias en el sector sanitario en los foros
profesionales es muy escasa y no guarda proporción con la importancia de
su actividad. Como consecuencia existe una doble desconexión. Por una
parte los profesionales no tienen suficiente conocimiento sobre el papel
de estas organizaciones ni sobre las normas que producen. Por otra, las
organizaciones de normalización no siempre están a la altura de las
demandas o expectativas del sector. A pesar de los desencuentros algunas
de estas organizaciones están llamadas a desempeñar un papel clave en
los nuevos escenarios de integración y en la comunicación de la
información clínica. La integración se basa en el uso de un lenguaje y
unos procedimientos reglados que hacen posible la interoperabilidad
entre los elementos constituyentes. Las ventajas de disponer de
estándares para estos propósitos se convierten en necesidades a medida
que aumenta el tamaño del proyecto.
Un segundo agente del que se espera un papel más activo es la
administración pública, sobre todo en su faceta de reguladora de la
actividad. La creación de sistemas de información sanitarios que
satisfagan los niveles de servicio que demanda la sociedad y que son
habituales en otros sectores requiere la adopción de medidas que
faciliten la cooperación entre los sistemas situados en los niveles de
integración inferiores. Una reflexión sobre algunos proyectos en los que
la ausencia (o el desacierto) de tales medidas ha construido fronteras
tecnológicas debería animarnos a no repetir la experiencia.
Las necesidades de integración son cada vez mayores en las
organizaciones sanitarias. Desafortunadamente existen muchas dudas y
confusión, cuando no mero desconocimiento, sobre la medida en que
determinadas tecnologías, estándares o productos pueden contribuir a
satisfacer dichas necesidades y la situación recuerda demasiado a un río
revuelto. Para tener ocasión de hablar de todo esto surgió la idea de
celebrar estas Jornadas, abiertas a la participación de todos los
interesados y en las que esperamos que la discusión, la revisión crítica
o la mera exposición de problemas y necesidades sustituyan por una vez a
la publicidad y sirvan para dar algún paso en una buena dirección. De
acuerdo con este espíritu la elección de la Universidad como sede para
la celebración de las Jornadas no ha podido ser más acertada.
COMITÉ DE HONOR
Excmo. Sr. D. Vicente Rambla Momplet
Conseller de Sanitat de la Comunidad Valenciana
Excmo. Sr. D. José Ramón García Antón
Conseller de Infraestructuras y Transportes
Excmo. Sr. D. Justo Nieto Nieto
Conseller de Empresa Universidad y Ciencia
Excmo. Sr. D. Juan Fco. Juliá Igual
Rector de la Universidad Politécnica de Valencia
COMITÉ ORGANIZADOR
Presidente
José Luis Monteagudo de la Peña
Coordinador General
Juan Miguel Signes Andreu
Componentes
Miguel Chavarría Díaz
Pere Crespo Molina
Carmen Ferrer Ripollés
Marcial García Rojo
José Lagarto Fernández
Jose Alberto Maldonado Segura
Montserrat Robles Viejo
COMITÉ DE
PROGRAMA
Juan Pablo Alejo González
Carlos Hernández Salvador
Alfonso Jiménez Cantos
Francisco Martínez del Cerro
Julio Moreno González
Adolfo Muñoz Carrero
Carlos Royo Sánchez