QUERATITIS POR
ACANTHOAMOEBA
HOSPITAL DE LA PRINCESA
CASO CLÍNICO:
Os enviamos el caso de
una mujer de 27 años de edad, portadora de lentillas, que acudió al
Servicio de Oftalmología de nuestro Hospital por dolor ocular y fotofobia
y a la que se le detectó una ulceración corneal radiada, unilateral,
instaurándose tratamiento con antibióticos, antiviricos y corticoides.
Tras cinco meses con respuesta parcial, la paciente acude a Urgencias por
un empeoramiento brusco, objetivándose un aumento de la ulceración. Se
procedió a la toma de muestras, tanto del raspado corneal como del
líquido de lentillas, observándose en el examen en fresco la presencia
de protozoos con movilidad por pseudópodos, correspondientes a
estructuras amebianas. Tras el cultivo de las muestras el Servicio de
Microbiología pudo tipificar estas estructuras como Acanthamoeba spp.
Tras el tratamiento específico y la cicatrización de la lesión se
procedió al trasplante corneal. En el corte histológico teñido con PAS
procedente del transplante es posible identificar los quistes de
Acanthamoeba bajo la ulceración.
DISCUSIÓN:
Existen tres especies de
amebas de vida libre que producen enfermedades en el ser humano: la
Naegleria Fowleri que provoca meningoencefalitis agudas de curso mortal en
niños, la Balamuthia Mandrillaris que produce meningoencefalitis
granulomatosas crónicas en inmunosuprimidos y la Acantomoeba spp., la
cual, además de meningoencefalitis crónicas granulomatosas en
inmunodeprimidos, es causa de queratitis en adultos no inmunosuprimidos.
Estas amebas de vida libre se encuentran de forma natural en lagos, ríos
y piscinas en nuestro medio, (especial atención a los jakuzzi) accediendo
al SNC por vía nasal a través de la lámina cribosa. En cuanto a la
queratitis, las acanthoamoebas colonizan la superficie de la cornea a
través de cualquier erosión del epitelio de superficie, desencadenando
una respuesta inflamatoria que determina la ulceración y destrucción de
la superficie corneal, tanto por la acción de los leucocitos, como por
proteasas secretadas por las propias Amebas; esta infección es
especialmente frecuente en pacientes portadores de lentillas, dado que, no
sólo son más propensos a presentar erosiones corneales, sino que el
líquido de lentillas es un excelente medio de cultivo para la Acantamoeba
spp.
Si bien la mayor parte de
los casos llegan a los Servicios de Anatomía Patológica con un
diagnóstico microbiológico previo, en algunos casos, puede estar
indicada la realización de una biopsia corneal en el manejo de queratitis
resistentes a antibióticos y antivirales, en las que no se ha podido
determinar el agente causal (Am J
Ophtalmo 2000 May;129(5):157-6).