Póster |
José-Santos Salas Valién, María-Paz Reyero Alvarez, María-Asunción González Morán, Montserrat Carbajo López, Angela Miguélez Simón y María-Teresa Ribas Ariño.
[Título] [Introducción] [Material y Métodos] [Resultados] [Bibliografía] [Agradecimientos]
La técnica de PCR ha constituido un gran avance en el diagnóstico de las lesiones viricas y esta contribución ha sido especialmente importante cuando estos procesos infecciosos constituyen el principal factor desencadenante de lesiones displásicas y tumorales.
En nuestra serie, si partieramos de la hipótesis de que todas las enfermas tienen HPV, la técnica en el material de biopsia nos daría una sensibilidad del 44%, mientras que sobre el material de citología sería del 60%, es decir una diferencia del 16% a favor del material de citología.
La sensibilidad con que la PCR detecta estas lesiones infecciosas es muy grande, puesto que bastan escasas muestras de genoma vírico para que la reacción en cadena de polimerasa sea capaz de detectarla, sin embargo uno de los requisitos para la buena realización de esta técnica es que el DNA a amplificar se encuentre en buenas condiciones, para lo cual si el material está fijado el formol debe estar tamponado y el tiempo de fijación debe ser inferior a 24 horas. Un exceso de fijación es una de las principales causas de inhibición en la amplificación, hecho al que achacamos la inhibición de una de nuestras muestras.
Otro hecho que nos justificaría los mejores resultados de la toma citológica frente a la biopsia es la cantidad del material sobre la que partimos. En la toma citológica son células epiteliales, preferentemente superficiales que son las que más carga vírica llevan, mientras que en la biopsia parte del tejido lo constituye el tejido estromal subyacente sin infección vírica, por lo que la citología partirá de mayor cantidad de DNA a amplificar.
La facilidad en la toma de la muestra citológica y la alta sensibilidad de la técnica hace que la aplicación de esta prueba se extienda con vistas al seguimiento de pacientes ya tratadas al objeto de prevenir recidivas y como complemento de diagnostico en pacientes en pacientes con diagnosticos no completos (ASCUS y AGUS).
Estas últimas son dos lineas donde pensamos puede tener una amplia aplicación en el futuro aunque actualmente cuente con algunos detractores.