Introduccion
La HCL se clasifica actualmente dentro de los procesos relacionados con células dendríticas, de comportamiento biológico variable (Histiocyte Society/WHO Committee on Histiocytic/Reticulum Cell Proliferations).
Las CL derivan de precursores hematopoyéticos mieloides y son células con procesos dendríticos, presentadoras de antígenos y con capacidad migratoria. Las CL histiocitarias (CLHist) son células dendríticas inmaduras, responsables de la HCL. Estas células son globulosas (carecen de ramificaciones dendríticas), no presentan antígenos de forma eficiente a los linfocitos CD4, ni tienen la capacidad migratoria de las CL convencionales. Sin embargo son capaces de liberar diversos mediadores que atraen células inflamatorias (linfocitos, histiocitos, eosinófilos), que forman parte de la descripción histopatológica clásica de la lesión. La limitación migratoria y las acciones autocrinas y paracrinas de las citoquinas y quimoquinas liberadas perpetúan la patología.
El primer caso descrito de HCL posiblemente data del año 1865, en el que se describían lesiones cutáneas y osteolíticas craneales en un niño de 4 años de edad. En 1941 Farber, basándose en las características histopatológicas superponibles de las formas multifocales unisistémicas (Hand 1892, Schuller 1915, Christian 1919), multifocales multisistémicas (Letterer 1924, Siwe 1933) y de la afectación ósea unifocal (Mignon 1930, Lichenstein y Jaffe 1940), postuló que estas entidades correspondían a un mismo proceso patológico. Posteriormente, en 1953 Lichenstein y Jaffe propusieron el término de Histiocitosis X, que reflejaba la naturaleza inflamatoria y proliferativa de la enfermedad. En 1973 Nezelof propuso que la célula responsable del desorden era una célula dendrítica que había sido descrita por Langerhans en 1868, y la enfermedad pasó a denominarse histiocitosis de células de Langerhans. Paul Wilhelm Heinrich Langerhans no fue capaz de llegar más allá de la pura morfología, y no identificó la relación entre las células que él había descrito y el sistema inmune.
La HCL es una enfermedad poco frecuente (5/106 niños y 1-2/106 adultos) predominante en la infancia. Más del 50% de los pacientes afectos tienen menos de 15 años, con pico de incidencia entre los 1 y los 4 años de edad. La enfermedad es más frecuente en varones. La forma pulmonar localizada del adulto predomina en la mujer.
Existen diversas clasificaciones referidas a las manifestaciones clínicas, estratificación del pronóstico y manejo terapéutico. En general el pronóstico depende básicamente de la extensión de la enfermedad. Las formas localizadas son de buen pronóstico y las formas multisistémicas implican un peor pronóstico. Se distinguen las siguientes categorías de HCL:
-Enfermedad unifocal.
-Enfermedad multifocal unisistémica.
-Enfermedad multifocal multisistémica.
-Forma congénita autolimitada.
-Histiocitosis pulmonar de CL.
-HCL asociada a diversas neoplasias.
La forma pulmonar localizada que suele aparecer en adultos fumadores, y la forma autolimitada del neonato, probablemente no sean desórdenes clonales, sino reactivos. De hecho, estudios basados en microdisección de acúmulos clásicos de CL que aparecen asociados a tumores (más frecuentemente linfomas) y posterior análisis del gen que codifica el Receptor Humano de Andrógenos no han demostrado evidencias de clonalidad en estos procesos. En algunos casos se observan estos acúmulos de CL en la biopsia de diversas patologías linfoproliferativas cutáneas, y posteriormente dejan de ser identificados cuando la enfermedad se hace más agresiva y se disemina.
De las expansiones clonales de CL la más frecuente es la forma unifocal, que suele afectar a niños mayores o jóvenes, con afectación ósea y se asocia a buen pronóstico. Puede recidivar aproximadamente en el 10% de los casos.
La etiología de la enfermedad es desconocida. Diversos estudios han fracasado en demostrar una asociación de la HCL con infecciones virales (adenovirus, CMV, HVS, HV-6, VIH, HTLV tipos I y II, VEB y parvovirus). Recientemente Shimakage et al. han encontrado una fuerte relación en sus casos de HCL con la infección por VEB, basándose en técnicas de hibridación in situ.
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